jueves, 8 de septiembre de 2011

Hay diferencia entre un club, un putero, y un burdel??...


Mientras que para muchos, creer que una bailarina de night club, es una puta este donde este,...lamento decirles que están equivocados; primero no todas son putas.. y segundo no es lo mismo viajar en bus que viajar en jet privado...para hacer referencia... quizás muchos no lo entiendan desde el punto de vista de ubicación.. en Costa Rica existen cientos de salas de masajes, cientos de clubes nocturno, cientos de puteros incluyendo el Rey.  Ahora; no es lo mismo trabajar en "el rey", que trabajar en la "zona roja", y no es lo mismo trabajar en "Molino Rojo" que trabajar en "Tango India"... desde las reglas y las cosas que se les permiten a los clientes es muuuuyyy diferente...

En la zona roja puedes tener sexo con cualquier chica por 4.000 y hasta 3.000 colones, unos $8 o $7... encuentras mujeres de clase baja, drogadictas, precarias, una que otra bonitilla, pero la mayoría mujeres maduras que ya nadie paga y son muy feas para ir al rey..q seria "un poco más finito".. luego pasamos a las famosas salas de masajes, que en San José hay una cada 50 metros disfrazada de casa, oficina, u hotel.. donde también el sexo esta al alcance de cualquier cuida carros 15mil una hora y 10 mil media hora...por 5mil más te hacen algún favor especial!.. luego seguimos en ruta hacia los night clubs desde lo más bajo en el centro de San José, hasta los más refinados,..

En un night club de mala muerte al igual que las salas de masajes sino hay sexo no ganas... y en muchos hasta en los famosos "bailes privados"donde se supone que es solo eso: un baile privado.. se puede tener sexo por 15mil colones ... y es que 15 mil colones cualquiera los paga, imaginate cuantos "privados" se hacen en una noche?? podrán hacer mucho dinero, pero acostándose con un montón de tipos que quien sabe con cuantas más estuvieron esa noche,..peligra más tu vida, estás más expuesta a una enfermedad, y todo por 15000 colones ( o menos).

En un night Club Tipo  Tango India, los 15 mil los paga casi solo que de entrada, para poder estar en un privado con una chica pagas, pero no puedes tocar más allá de lo permitido, y si deseas más privacidad el precio mínimo a pagar son $400 solo por la compañía..sin sexo.  Y conforme avancen tus fantasías así avanza el precio,..ahora mientras se gana con un cliente en un VIP unos  300.000 mil colones por  hora, la mayoría de las veces sin hacer nada más que bailar desnudas o acompañarlos al jacuzzy..con cuantos clientes tienen que estar estas chicas en una noche para ganar la misma cantidad de 15 mil en 15 mil (20 clientes). y por 15 mil colones les pegan unas revolcadas a las pobres...

La mayoría de las chicas que he conocido en clubes buenos, son chicas muy diferentes a las de los clubes bajos, son chicas algunas modelos, otras profesionales, estilos de vida muy distintos,educadas, finas, empresarias, universitarias, esposas,  algunas trabajan de día en oficinas, y su vida nocturna nadie la podría ni siquiera imaginar... mientras que las otras( de los clubes bajos); muchos saben a lo que se dedican y no les importa, son chicas más ordinarias, quizás no con tantos lujos, por lo general viven en lugares feos, muchas mal habladas...sin preparación académica, ahora; también hay muchas que por distintas razones, sea de horarios u otras razones no pueden trabajar de noche y pues no les queda de otra...como el caso de una amiga que es casada y su esposo no sabe que ella trabaja en una sala de masajes..el cree que trabaja como demostradora de supermercados.

Cuantos hombres que hablan mal de las chicas de ambiente y tienen una en la casa sin saberlo?  creanme que son muchos!... las chicas de ambiente muchas no son malas chicas, muchas son mas mujeres que las que están fuera del circulo, porque valoran mas las cosas de la vida; son chicas comunes y corrientes con sentimientos, y una vida provechosa, como cualquier otra, ...pero bueno volviendo al tema, es mucha la diferencia entre un lugar y otro... la seguridad tanto a nivel local y salud son muy distintas, al menos yo preferiría pagar más y estar tranquilo.

Menos gente en moteles y “night clubs”

FUENTE: Al Día (periódico local)

Viviana llegó temprano a trabajar, como todos los días. El espectáculo comienza puntual, a las 8 p.m., y entre las 47 bailarinas hay mucha expectativa porque tal vez esta noche (jueves anterior) los clientes llenen el “night club”.

En los últimos cuatro meses, el movimiento en este tipo de negocios ha experimentado una baja en la clientela, así como también los moteles.

Son las 8:30 de la noche del jueves y por el escenario comienza el desfile de bailarinas. Cada una con menos ropa que la anterior, pero en el lugar hay pocos espectadores. En una mesa, dos muchachos observan detenidamente a un par jóvenes en hilo que se levantan de sus asientos y se acercan a conversar con ellos.
Por la puerta de vidrio, ingresan cuatro mujeres dispuestas a disfrutar del “show”.
Mientras yo converso con Michel, mi compañero José Rivera se inspira fotografiando a Viviana, que deja a más de uno boquiabierto y sudando frío.

Michel es una de la bailarinas con más experiencia y está a cargo de las coreografías. Asegura que en un mes bueno se puede ganar hasta mil dólares en una semana, pero en los últimos días apenas llega a ¢30 mil ($52).
“La situación no es fácil. Tengo un hijo de nueve años y un bebé de dos meses y medio que dependen de mí”, comentó esta vecina de Hatillo que entra a trabajar a las 7:30 p.m. y sale a las 4 a.m.

La mayoría de las muchachas que trabajan en los centros nocturnos aseguran que en ningún otro lugar ganarían tanto dinero como en un “night club”, pero este año es diferente, van menos clientes y la economía familiar está resintiéndolo.

Viviana trabaja desde hace cuatro meses en el Night Club Hollywood, ubicado en La Sabana, para pagar la universidad.

“Mi familia no sabe que trabajo en esto. Ellos son muy moralistas, no lo entenderían. El problema actual es que por la crisis los clientes llegan menos”, añadió.

En una pequeña mesa para tragos, mientras en la pista el desfile continúa, Juan Carlos Cárdenas, gerente general del negocio, explica que en poco tiempo harán promociones.

Los bailes privados, los bailes de mesa y los tragos saldrán a mitad de precio, asegura Cárdenas.
En el Night Club Flamingo, en San José centro, la situación es similar, de 100 clientes que llegaban en un día bajaron a 20.

Entre las perjudicadas está Stephany, de 23 años, quien dejó los duros trabajos en la bananera para venir a San José para mejorar su condición económica y la de su familia.
Allá, el bajo salario no le permitía mantener a su hijo.

“En un buen mes, me puedo ganar casi un millón de colones, ahora que está malo me gano unos ¢400 mil”, cuenta Stephany, quien, como todas sus compañeras bailarinas, entra a trabajar a las 10:30 p.m. del jueves.
El administrador del club, Leiner Pacheco, atribuye la disminución de la clientela a que las dificultades financieras que tienen muchas personas hacen que visiten menos los centros nocturnos.

Otros “night clubs” de la capital consultados por Al Día, que pidieron no ser identificados, también están teniendo problemas.


Y los moteles también

Parece que las parejas ya no se están pegando tantas escapaditas como antes.
“Hay que buscar como ahorrar un poco de dinero, los moteles son una gran opción, pero ahora hay otras prioridades”, comentó Arturo, usuario frecuente de moteles que habita en Heredia.
Sergio Garbanzo, administrador del motel La Fuente, situado en San Francisco de Dos Ríos, indicó que en los últimos meses la ocupación bajó durante el día en un porcentaje cercano al 5 por ciento y por la noche entre un 10 y un 15 por ciento.

“No hemos tenido que quitar personal, pero estamos ejecutando medidas de ahorro porque la situación financiera está difícil”, añadió Garbanzo. Los turnos de la noche y la madrugada son los que han bajado más.
Al personal de limpieza de las cabinas Las Orquídeas, Paraíso de Cartago, lo mandaron de vacaciones.
“No queremos despedir a nadie porque la mayoría de las trabajadoras son madres solteras”, comentó Darío Vives, administrador de las cabinas, pero la cantidad de clientes bajó cerca de un 30 por ciento, por eso disminuyeron los precios.

Según Vives, los meses de enero y febrero fueron los más difíciles. “Las noticias de la crisis hicieron que la gente dejara de visitarnos, las personas estaban muy asustadas con lo que se decía de la crisis financiera”.
*Los nombres son ficticios para proteger las identidades.


Calle también está difícil

¿Está afectando la crisis el negocio del sexo?
Sí. Un estudio realizado por la UNED, en el 2008, sobre prostitución en San José, lo demuestra porque los clientes tienen menos recursos económicos.

¿Cuánto pueden ganar las mujeres que trabajan en este negocio?
La diferencia de tarifas es grande. Una puede ganar, mensualmente, hasta 10 veces más que otra. Las que trabajan en la calle perciben en una hora entre ¢2.000 y ¢5.000, mientras que las que se denominan “escorts” (compañía), que trabajan con extranjeros, ganan en dólares.

¿Cuántas trabajadoras del sexo hay en el país?
Datos no confirmados hablan de entre 3.000 y 8.000 mujeres que se dedican al negocio del sexo. No existen estudios que determinen con exactitud el número.

La excepción a la regla

Mientras Estados Unidos, Francia y Alemania, por citar solo algunos países, buscan una salida a la crisis económica, en el Night Club Tango India VIP, en La Uruca, se vive otra realidad.
Todos los días son un llenazo, asegura Luis Fernando Barrantes, gerente general de este negocio que hizo una inversión millonaria recientemente.

“Fue para dar a los clientes varios ambientes donde disfrutar con bellas chicas”, comentó Barrantes.
Tango India dispone de varias salas; la más famosa es el fuselaje de un avión con cabina de mandos.
Según explicó Barrantes, se especializan en despedidas de soltero y cumpleaños. 50 bailarinas son las encargadas de dar calor a las frías noches.

El miércoles, los clientes empezaron a llegar temprano, a las 8:30 p.m., y ocuparon los puestos.
Los esperaban hermosas jóvenes vestidas con diminutos trajes de aeromoza.
Una de las 50 es Valentiana, colombiana de 22 años que asegura que en un mes gana, en promedio, unos $7.000 (¢4.018.000).